Fenómenos Naturales y Antrópicos

Los Fenómenos Naturales y los Desastres

El ser humano es, parte de la Naturaleza sin embargo, hasta el momento, no ha logrado conseguir respuestas a todas sus inquietudes sobre lo que sucede a su alrededor.

Día tras día la naturaleza, a través de fenómenos naturales como las lluvias, el nacimiento y muerte de hombres y mujeres, de plantas y animales, el calor, los movimientos de tierra, el frío, el canto de los pájaros, los ríos, los días y las noches, los vientos, las olas del mar, nos demuestra que no estamos solos en la Tierra y que todos los seres que la habitamos debemos compartirla sin agredirnos y respetarnos mutuamente.

Los seres humanos debemos mantener la equidad en el Planeta, viviendo en armonía con los demás elementos
de la naturaleza (animales, montañas, árboles, ríos, mar, plantas, etc.). Debemos también estudiar, investigar, conocer y entender los diferentes fenómenos naturales que suceden a nuestro alrededor, sin temerles, pero sí respetándolos como un elemento más de nuestro maravilloso mundo.

La historia nos dice que hombres y mujeres hemos hecho muchos esfuerzos por convivir armónicamente con la naturaleza, pero también nos dice, que no siempre ha sido así, y que más de una vez los diferentes fenómenos naturales y los seres humanos -a través de sus actividades- se han agredido y han roto el equilibrio del planeta, provocando graves daños al entorno, a las personas y a sus bienes, lo que generalmente se denomina como desastre.

Un desastre se produce cuando se dan estas tres condiciones al mismo tiempo:
 Si se produce un fenómeno natural, o un fenómeno causado por el ser humano cerca de zonas pobladas.

 Si la gente vive en lugares peligrosos, como por ejemplo cerca de un volcán activo, en laderas con peligro de deslizamientos, o
cerca de ríos que pueden desbordarse.

 Si, además, el fenómeno natural debido a ciertas actividades humanas provoca muchos daños, particularmente en aquellos lugares en donde no se ha tomado ninguna medida preventiva.

 A la primera condición la definiremos como amenaza, a la segunda como vulnerabilidad y a la tercera como riesgo.

Amenaza
Una amenaza es un fenómeno natural o causado por el ser humano que puede poner en peligro a un grupo de personas, sus cosas y su ambiente, cuando no son precavidos. 

Entre las amenazas naturales podemos citar:

Deslizamientos
Erupciones volcánicas
Fenómeno El Niño
Huracanes
Tornados
Incendios forestales
Inundaciones  
Maremotos o tsunamis 
Sequías  
Sismos y terremotos
Tormentas eléctricas

 

 

Vulnerabilidad

Es la incapacidad de resistencia de las personas cuando se presenta una amenaza, o la incapacidad para
reponerse después de que ha ocurrido un desastre debido al crecimiento de la población, el deterioro y contaminación del ambiente y el aumento de la pobreza. Ejemplo, las personas que viven en la planicie son más vulnerables ante las inundaciones que las que viven en lugares más altos.

La vulnerabilidad depende de diferentes factores internos, tales como la edad y la salud de la persona, las
condiciones higiénicas y ambientales, así como la calidad y condiciones de las construcciones y su ubicación en relación con las amenazas.

Riesgo

El riesgo es la probabilidad de que una amenaza se convierta en un desastre. La vulnerabilidad o las amenazas, por separado, no representan un peligro. Pero si se juntan, se convierten en un riesgo, o sea, en la probabilidad de que
ocurra un desastre.

Sin embargo, los riesgos pueden reducirse o manejarse. Si somos cuidadosos en nuestra relación con el ambiente, y si estamos conscientes de nuestras debilidades y vulnerabilidades frente a las amenazas existentes, podemos tomar medidas para prepararnos y prevenir los desastres. A todas estas acciones las llamamos Gestión del Riesgo. 

¿Qué podemos hacer para prevenir los desastres?

Las personas podemos evitar o disminuir el impacto de los desastres, por eso es importante conocer sobre
la prevención y la mitigación.

La prevención y la mitigación son todas las acciones que hacemos para asegurarnos de que no suceda un desastre o, si sucede, que no nos perjudique tanto como podría hacerlo. La mayoría de los fenómenos naturales no pueden impedirse;
pero entendiéndolos y entendiendo nuestras condiciones de vulnerabilidad, podemos hacer que los probables desastres sean menos dañinos.
Ejemplo: podemos reducir los daños que causa un sismo si construimos casas más resistentes y en lugares donde el suelo sea sólido.

  ¿Qué es la prevención? 

Es la aplicación de medidas para evitar que un evento se convierta en un desastre. Por ejemplo, sembrar árboles
previene la erosión y los deslizamientos, y también puede prevenir las sequías.

¿Qué es la mitigación?

Son medidas para reducir la vulnerabilidad frente a ciertas amenazas. Por ejemplo, hay formas de reforzar las construcciones
con el fin de asegurar nuestras casas, escuelas u hospitales para que no se caigan con los efectos de un terremoto o un huracán.

La prevención y mitigación comienzan por:

Conocer cuáles son las amenazas y riesgos a los que estamos expuestos en nuestra comunidad.
 Reunirnos con nuestra familia y los vecinos y hacer planes de prevención de desastres para reducir esas amenazas y riesgos,
o evitar que nos hagan daño.
 Realizar lo que planeamos para reducir nuestra vulnerabilidad. No es suficiente hablar sobre el asunto, hay que tomar acciones.

Los niños y niñas desempeñan un papel muy importante en las acciones previstas en los planes de prevención
de desastres. Ellos y ellas pueden:

Realizar actividades escolares sobre prevención de desastres que promuevan la participación de toda la comunidad

Informar y motivar a sus familias y su comunidad sobre las amenazas naturales para que tomen medidas preventivas

Ayudar con sus acciones y actitudes a instaurar una “cultura de prevención” real y duradera, ya que cuando sean adultos tendrán una mayor comprensión de los fenómenos naturales, los efectos de las acciones humanas y de las consecuencias de un mal
manejo del ambiente, así como de la necesidad de promover un desarrollo armonioso con la naturaleza.

¿Qué son los desastres antrópicos?

Riesgos antrópicos son riesgos provocados por la acción del ser humano sobre la naturaleza, como la contaminación ocasionada
en el agua, aire, suelo, deforestación, incendios, entre otros.

Mucha gente se pregunta entonces, ¿qué son amenazas Antrópicas no intencionales?

ocurrencia de un fenómeno físico de origen natural, socio‐natural o antrópico no intencional, que puede causar daño a la
población y sus bienes, la infraestructura, el ambiente y la economía pública y privada.

Pero también, ¿cuáles son las amenazas de origen antrópico?

Se trata de las amenazas directamente atribuibles a la acción humana sobre los elementos de la naturaleza (aire, agua
y tierra) y sobre la población, que ponen en grave peligro la integridad física y la calidad de vida de las comunidades.

Algunos ejemplos de desastres antrópicos pueden ser:

  • Primera y segunda guerra mundial.
  • Derramamiento de petróleo en los océanos y mares.
  • Explosión de la primera bomba nuclear en Japón.
  • Desastre radioactivo de Chernóbil.

Estos son algunos ejemplos de desastres antrópicos, los cuales se forman debido a la causa humana y genera un gran impacto en el medio ambiente, la bomba atómica como los desastres radiactivos son los más influenciables sobre los medios.